
14-diciembre-2013
Estoy pasando en el plazo de un mes unas vacaciones en el Hospital Clínico de Valencia por unas anomalías de salud. Es la 2ª ocasión que estoy compartiendo habitación con persa as ancianas. Me resulta dirigí expresar lo que me reconforta el poder atender y ayudar a estas personas. Como anécdota graciosa pero un poco dolorosa es que ayer al mojar una gasa con agua para refrescar la boca de mi compañero recibí un bocado en un dedo que como dice mi mujer a nuestro nieto me hizo cocorrón. Casi me lo corta. De verdad te liberas ayudando al prójimo.