
3-enero-2014
Esta mañana he acompañado a mi madre a una frutería regentada por un paquistaní. Le he dado un poco de conversación y le he preguntado de donde era y cuanto tiempo llevaba en España. Al rato, he vuelto a pasar por la puerta de su negocio y el hombre ha salido a saludarme agradecido por ese pequeño gesto. A mi no me ha costado nada, y sin embargo, para él ha significado todo.